Blog Consultoria Technology Utility

La transformación digital en el negocio eléctrico

Todos los negocios en el mundo están cambiando. Este comentario para el comienzo de esta entrada en el blog parece demasiado grandilocuente, pero creemos firmemente que esa es la realidad aunque a veces no se logre ver totalmente.

Este artículo se basa en un artículo publicado en www.smartgridsinfo.es donde es evaluada esta evolución. Nos referimos al artículo publicado por Antonio Higuera donde habla específicamente sobre este tema (https://www.smartgridsinfo.es/comunicaciones/comunicacion-hacia-uberizacion-negocio-electrico) .

El autor del artículo muestra cómo va cambiando todo en el servicio eléctrico para llegar a pensar como las plataformas tecnológicas irrumpirán en este negocio. Una de las bases para llegar a este punto donde estamos hoy, es el poder cada vez mayor que tiene el cliente, donde además estamos más conectados y somos más exigentes.

Hoy además vemos como los países más desarrollados en el mundo están poniendo los medidores inteligentes o Smart Meters en cada cliente, eso nos muestra que estamos en el medio de un cambio “sustantivo” en el sector eléctrico. Un cambio que nos hace recordar a cuando se pasó de un teléfono celular común a un Smart Phone. Recordemos ahí luego toda la nueva industria de aplicaciones que se desarrolló dentro de ella (por ejemplo el tema de Redes Sociales).

Desde la perspectiva de un cliente del sector eléctrico, quizás por ahora apenas se observen muy pocos cambios que no sean cambios en el precio, pero de a poco con la irrupción principalmente de energía solar el auto consumo es cada vez mas interesante.

Hacia dónde se está desplazando el valor en el sector eléctrico

Una de las características de esta nueva Edad Digital es la capacidad de los clientes de contar con más opciones y control, las nuevas tecnologías reconfiguran las estructuras tradicionales. En el sector eléctrico, la estructura tradicional es unidireccional desde la generación hasta el consumo. La tecnología ayuda al empoderamiento de las personas, motor de la economía digital. No entraremos aquí en los factores negativos que también los hay, como casi todo en la vida.

Esta característica se está empezando a observar en el sector eléctrico, el valor está pasando de la generación-transmisión-distribución al propio usuario o prosumidor. Este efecto se multiplica en la medida que los recursos distribuidos aumentan provocado por los avances tecnológicos en generación fotovoltaica, almacenamiento y tecnologías de la información. Adicionalmente, el efecto red hay que tenerlo muy en cuenta en la aparición de servicios disruptivos en este entorno. Micro-redes, mercados locales de intercambio de energía, vitual power plants, son algunos de los conceptos que aparecen por valorar en su conjunto los recursos distribuidos. No serán los únicos, se abre un abanico de posibilidades, de servicios de valor añadido que seguramente ni imaginamos hoy.”

La red eléctrica está considerada como la o una de las máquinas más grande desplegada por el hombre y en los modelos en cómo fue creada se pensó en la uni-direccioncionalidad; por lo tanto será necesario trasladar el concepto de servicios auxiliares que se utiliza en los sistemas eléctricos de potencia hacia las redes de distribución.

Entonces, si muchos somos generadores y consumidores se debe preparar la red eléctrica a este nuevo modelo. Todo esto, además, en un entorno de creciente demanda eléctrica. El autor admite el problema de que las redes eléctricas fueron concebidas en forma unidireccional y para cambiar el sentido para tener bi-direccionalidad de los electrones lo que se requiere es conseguir flexibilidad. Esa flexibilidad en parte se puede llegar a conseguir con servicios de plataformas tecnológicas.

Esta flexibilidad será la capacidad de cambiar en forma dinámica el comportamiento de todos los agentes y activos del sistema eléctrico para que se puedan adaptar a los continuos cambios de la demanda. La gran pregunta como conseguir esa flexibilidad.

Por ejemplo, si el consumo residencial a las 21 horas de un día específico en España, se produjo el record de consumo horario, entonces desagregamos la demanda residencial tal y como se muestra la figura anterior, en concreto estimamos que a esa hora la iluminación fue el 25% del consumo, es decir 3,6 GWh. Si suponemos que tuviéramos una penetración del 10% de los hogares y podemos regular de alguna forma el 10% de la energía consumida en iluminación, lograríamos una reducción total de la demanda de 36 MWh lo que equivale aproximadamente a un parque eólico medio-grande en España.

 Esta cantidad de energía en el pico del día de mayor consumo tiene mucho valor. Ejercicios similares podrían hacerse con la regulación de la temperatura a través de termostatos/calefones inteligentes. Si logramos ese tipo de gestión dinámica de la demanda, eso es parte de la flexibilidad que se necesita.

Por otro lado, volvamos a hablar de las plataformas o de las nuevas economías basadas en las plataformas, por ejemplo Uber, Airbnb, que son plataformas tecnológicas que han cambiado los negocios. Las plataformas han reformulados los procesos de negocio basados en algunas características importantes tales como:

  • Integrar todos los pasos entre la producción y el consumo
  • Convertir los productos en servicios y estos en experiencias para el consumidor final
  • Convertir los datos en materia prima para establecer modelos muy eficientes
  • La confianza es el éxito de una plataforma. La confianza es el activo más valioso

Pocas plataformas han irrumpido por ahora en el sector eléctrico, las vemos más en gestión energética de infraestructuras, pero en los próximos años se prevén que aparezcan con diferentes modelos de negocio.

Si bien no se sabe cómo evolucionarán los servicios y el valor agregado a los servicios eléctricos, ya se perciben como los gigantes tecnológicos como lo es Google ya participan activamente en el mercado energético.

Podemos agregar que la competencia creciente entre empresas como Amazon y Google hoy ya se está trasladando al interior de nuestras casas. Wall Street Journal informó recientemente que los dos gigantes tecnológicos están centrando sus miradas en el negocio de la electricidad: termostatos, altavoces, televisores, refrigeradores inteligentes… la domótica está implantándose poco a poco y las dos empresas han llegado a la conclusión que los datos de la energía que consumimos será clave en el futuro. Esos datos empiezan a ser saber por ejemplo si planchamos o no, si usamos cuantas veces el microonda, etc..

David Crane, ejecutivo de NRG Energy, explica que «en 10 o 20 años, el proveedor eléctrico más importante de los EEUU será Amazon o Google. Ellos pueden proveer menores costes y un mejor servicio». Sea acertada o no la predicción, lo cierto es que hasta el momento estas compañías ya han hecho importantes inversiones en proyectos relacionados con la energía, desde el desarrollo de autos eléctricos, paneles solares, mejora de baterías y búsqueda de nuevas maneras de almacenar la energía.

Jeff Hamel, director global de energía de la empresa de Google ha comentado que: «Queremos movilizar a los consumidores. Si podemos hacer pequeños cambios en muchas personas, eso supondrá un gran beneficio para los proveedores, para la red, para el ecosistema y para los propios consumidores»

En esta nueva realidad se vislumbra que aparecerán nuevos modelos de negocio donde IT (Tecnologías de la Información) ya es parte de la solución, no es un simple agente facilitador. El desplazamiento del valor hacia el prosumidor, la aparición de nuevos servicios de valor añadido en un ecosistema complejo y la asimilación de este ecosistema por las plataformas, nos pueden proporcionar las claves para encontrar espacios de valor en este incierto panorama.

Por eso el autor del artículo resalta el rol de IT en las Utilities y sin duda que aquellas organizaciones con una visión más a mediano y largo plazo lo hayan detectado y hayan empezado a re-organizarse.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.